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Espíritu de orfandad

PARA TALLERES DE IGLESIA

Funciones del padre

1. Fuente

a. De amor. Ser amado es una de las necesidades más grandes que los seres humanos experimentamos. Los padres espirituales son fuente de amor, del amor del Padre Celestial, ya que el amor de cualquier padre espiritual solamente es un pálido reflejo del amor de Dios. (Filipenses 1:8)

b. De seguridad Un padre es fuente de seguridad de su hijo, pues representa una figura de autoridad y de superioridad frente a los enemigos. Una tarea fundamental de un padre es proporcionar esta seguridad a sus hijos, al tratarlos con ternura, con amor, y enfrentar con valentía todo adversario que se levanta en contra de sus hijos. (1ª Tesalonicenses 2:7-9)

c. De las cosas de Dios. Se refiere a “engendrar espiritualmente” la naturaleza divina y los proyectos que Dios ha puesto en algunos seres humanos, de tal manera que la multiplicación de familias espirituales se realice. (Gálatas 4:19)

2. Alimentador.

Nutrir para el crecimiento. El padre tiene alimento preparado, es “la mesa de la casa”. Por eso el hijo, aunque tenga muchas opciones de alimento, busca comer de la mesa del padre. El padre, debido a que conoce las necesidades de su hijo, sabe cuál es el alimento necesario para el saludable crecimiento, qué dosis es la apropiada y cuando darle el alimento. Esto es parte del cuidado paternal. Solamente los verdaderos padres alimentan adecuadamente a sus hijos espirituales. (1ª Pedro 2:2)

3. Sostén

Otra tarea de los padres es la de servir de sostén o soporte emocional, espiritual y aún en otras áreas a sus hijos. Una necesidad esencial de todo hijo es saber que tiene un padre al que puede acudir en momentos de necesidad o angustia. El padre se vuelve un apoyo importante para sus hijos, solamente saberlo cerca en los momentos de necesidad es mucho de lo que los hijos buscan.

4. Proveedor

Aunque los hijos hayan crecido, en términos generales, los padres siempre son buscados por los hijos en búsqueda de apoyo en momentos de necesidad, porque saben que los padres son fuente de recursos. Un padre es un proveedor de recursos materiales, pero también de recursos espirituales. Los padres pueden proveer visión, unción, dirección, consejo, etc. Hay momentos en los que incluso los padres pueden ser fuente de provisión de dinero para sus hijos espirituales.

Los atributos mencionados arriba describen varias características centrales de un padre espiritual. Sin embargo, podemos agregar otras características que describen ciertas funciones que ellos desarrollan:

5. Buscan multiplicarse en otros

Un deseo “natural” en los padres es reproducirse en los hijos, es decir transmitir lo que ha recibido del Señor, impulsando a sus hijos para que lleguen más allá de donde ellos han llegado. Por eso los padres quieren que sus hijos sean una extensión de su ministerio y que tengan todavía más de lo que ellos tienen. Una forma de multiplicarse es tener muchos hijos que reproduzcan su unción y llamado. “…Y dijo Eliseo: Te ruego que una doble porción de tu espíritu sea sobre mí.” (2º Reyes 2:9)

6. Transmiten vida

Los padres espirituales, al igual que los padres naturales, transmiten vida a sus hijos, la vida de Dios. Lo hacen al cubrirlos espiritualmente, al interceder por ellos, al imponerles manos, al entrenarlos en el ministerio, etc. La vida espiritual se transmite al engendrar los hijos, al dar a luz ministros, siervos de Dios.

7. Tienen un corazón tierno

“Antes fuimos tiernos entre vosotros, como la nodriza que cuida con ternura a sus propios hijos. Tan grande es nuestro afecto por vosotros, que hubiéramos querido entregaros no sólo el evangelio de Dios, sino también nuestras propias vidas; porque habéis llegado a sernos muy queridos”. (1ª Tesalonicenses 2:7-8)

En la iglesia del siglo XXI hay muchos maestros, pero pocos dispuestos a establecer relaciones de padres a hijos espirituales. Hay miles de tutores (tienen seguidores, creyentes), pero… ¿Quién es padre?

d. Funciones de un padre espiritual

Los padres espirituales proveen a sus hijos, por lo menos cuatro aspectos muy importantes para su desarrollo. Estos aspectos son claves pues ayudan al crecimiento de los hijos:

1. Protección.

Es responsabilidad de los Padres servir como una cobertura, como una protección para aquellos que son sus hijos espirituales. Esta protección se da tanto en el ámbito espiritual como en el natural. En el espiritual es funcionar como protección contra los ataques de espíritus de maldad. Es hacer la función de escudo, pararrayos, nube, paraguas o como dice el salmo 91 como alas de protección “Con sus plumas te cubrirá, Y debajo de sus alas estarás seguro; Escudo y adarga es su verdad” (Salmos 91:4).

Pero la protección no solo es espiritual, también a veces es natural, es decir, protección de las críticas, murmuraciones e incluso de ataques legales o físicos lanzados en contra de los hijos, dando la cara por ellos, usando la autoridad espiritual a favor de ellos. De la misma manera que un padre natural sale a defender la integridad física, emocional o moral de sus hijos, así lo hacen los padres espirituales.

2. Compartir una visión.

Un padre espiritual tiene una visión más amplia, general y de largo plazo que aquellos que son sus hijos y es una de sus funciones compartir esa visión con ellos. Es posible que algunos hijos tengan visiones muy especiales reveladas por Dios; sin embargo, Dios anda buscando personas con un corazón paternal para revelarles Su visión. Los padres transmiten esa visión a sus hijos.

3. Ejemplo.

También los padres espirituales sirven de ejemplo a sus hijos. Ejemplos en carácter, conducta, ministerio y en cómo ser padres de otros.

“Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis”. (Juan 13:15)

Los padres espirituales se constituyen en ejemplo de matrimonios santos y consagrados a Dios, ejemplos en el manejo del dinero, ejemplos en la crianza de los hijos, etc. Deben

ser hombres íntegros, con un carácter probado, que caminan en rectitud delante del Señor y delante de los hombres. Es decir que tienen un carácter de siervos. (1ª Timoteo 3:3-7)

4. Corrección.

La corrección tiene varios sentidos. Uno de ellos tiene que ver con corregir lo deficiente, es decir, corregir lo que está mal en la vida de los hijos, esto tiene el sentido de punitivo. Es decir, confrontar el pecado para que sea sacado de la vida de los hijos. Es el concepto de cortar lo malo. “Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente, y establecieses ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé” (Tito 1:5)

También la corrección tiene el concepto de ayudar a mejorar la vida y el carácter. Es decir, llevar a los hijos a mejores niveles en sus vidas. Para esto los padres espirituales deben usar la Palabra de Dios, pues esta es útil para corregir.

“Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra” (2ª Timoteo 3:16-17)

Entonces una tarea central de los padres es desarrollar un proceso de perfeccionamiento del carácter de los hijos espirituales. Esto también implica disciplinarlos. La palabra corrección en griego es la palabra paideuo que significa corregir o instrucción. Otros conceptos relacionados con

este son, la disciplina y el de ejercicio en la piedad, estos aluden al entrenamiento de los dones y del carácter. Por lo tanto corrección no solo tiene que ver con enfrentar lo negativo en los hijos, sino también con fortalecer lo positivo en ellos.

5. Empoderamiento.

Empoderamiento es proveer a los hijos las condiciones para que tomen decisiones y ayudarles a desarrollar sus capacidades espirituales, físicas y emocionales. También implica delegarles fe, equiparlos espiritualmente, activarlos en los dones, etc.

Además el empoderamiento significa generar oportunidades ministeriales para que los hijos espirituales se desarrollen, vincularlos con aquellos que les provean el equipamiento o entrenamiento que como padres no están en la capacidad de proveer.

Por otro lado, el empoderamiento también implica el presentarlos delante del Señor, intercediendo a favor de los hijos para que el Espíritu Santo los llene de Su poder, y para que el Señor los lleve a nuevas dimensiones en su vida. 

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